Nunca me gustaron las despedidas y menos está.
4 años ya... ¿Quién lo diría? Todavía recuerdo a esa niña de quince años, lo suficientemente pequeña y cohibida como para presentarse por si sola, tanto que mi hermano (con el cual forme parte de esta maravilla) me presentaba a todo el mundo y yo únicamente podía soltar un tímido "hola" por mi boquita.
Los días pasarón y empecé a unir lazos con gente desconocida que se convierten en familia. Ganáis premios juntos, reis, y le dais en los morros a la sociedad y a todos los hipócritas que llamaban a tu trabajo escoria y que nunca llegaríais a nada.
Pasan los años, ves como tu hermano se gradúa, y como la mayoría también lo hacen. Por un momento piensas que estás sola pero no es así, porque sigues teniendo una FAMILIA allí dentro.
Han pasado tres años desde aquel cambio, la gente cambia, pero juro que el sentimiento no y además, puedo decir con orgullo que formo parte de esta familia y me siento parte de ella más que nunca. Compañeros que se reúnen para apoyar a otro en momentos muy difíciles llegando a ponerse en su propia piel y desarrollar un instinto protector nunca antes experimentado, llegar a hacer confesiones que jamás creerías que dirías, dar hasta la vida por ellos y partirle la cara a cualquiera que les menosprecie...
Entre con un hermano y salí con más de cuarenta y a todos los quiero, pero todos tenemos tenemos a nuestros favoritos @paupgorricho @anderml_trzn @_nagoree23_ @ikerdeleon @m_figueras97 @cristina_osta
PORQUE HAY TANTOS CON ESTAR PERO NO CON QUIEN SER...
Prometerme que estaréis siempre a mi lado y aunque el destino obligue a decirnos adiós, si tenéis hijos algún día y señalen nuestras fotografías... ¡Decirles mi nombre, cómo la multitud enloqueció y como espero que ellos también brillen!
Por Paula Hervás
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